La percepción del cambio climático ha evolucionado significativamente con el tiempo, pasando de ser un tema de debate con opiniones divididas a una realidad aceptada por la comunidad científica y evidenciada por fenómenos extremos como olas de calor, inundaciones y sequías. Estos eventos no solo han cambiado nuestra percepción, sino que también han impulsado un cambio en el comportamiento individual y colectivo hacia la adaptación y la mitigación de sus efectos.
El «Barómetro de la Sostenibilidad» de MINTEL CONSULTING, realizado en 2023, destaca cómo la conciencia sobre el cambio climático ha crecido entre los españoles, con un aumento del 6% en la percepción de sus efectos desde 2021. Este cambio de percepción se refleja en la identificación de problemas tangibles como la calidad del aire y la escasez de agua, y en el reconocimiento de la importancia de adoptar prácticas sostenibles en la vida diaria.
La respuesta a esta crisis climática varía según el contexto social, económico y cultural, y se ve influenciada por el acceso a recursos e información. A pesar de esto, un creciente número de personas entiende que sus acciones individuales pueden marcar una diferencia positiva en el medio ambiente.
Entre las acciones individuales, el uso de bolsas de papel se destaca como una práctica sostenible significativa, gracias a la capacidad de las plantaciones forestales de capturar CO2. En España, las plantaciones destinadas a la producción de papel desempeñan un papel vital en la regulación climática, capturando 57 millones de toneladas de CO2 el equivalente al emitido por los 24,8 millones vehículos matriculados en el país. Este proceso no solo reduce la concentración de CO2 en la atmósfera, sino que también convierte a los productos de papel en depósitos de carbono a largo plazo.
La interacción entre la producción de papel y la captura de CO2 es notable. Se ha demostrado que, por cada kilogramo de papel fabricado, se logra capturar y almacenar alrededor de 1.3 kilogramos de CO2e a lo largo de su ciclo de vida, incluyendo las etapas posteriores al reciclaje. Es más, la fibra de celulosa, materia prima del papel, tiene la capacidad de ser reciclada hasta 14 veces, manteniendo durante todo su ciclo la capacidad de retener el CO2 que fue capturado en su fase de crecimiento natural
Es esencial promover la educación y sensibilización sobre la importancia de la acción climática y cómo las acciones cotidianas pueden contribuir a mitigar sus efectos. La adopción de decisiones sostenibles en nuestra vida diaria demuestra que es posible tener un impacto global significativo, avanzando hacia un futuro más verde y sostenible.